Ser previsor suele dar mejores resultados que no anticiparse. La oración sirve para el día a día, pero cobra una importancia especial si hablamos de las fábricas. Su conservación es crucial para evitar paradas en los procesos productivos, con los grandes costes que esto conlleva. Actualmente, las empresas realizan distintos tipos de mantenimiento industrial para garantizar la puesta a punto, pero la Industria 4.0 ha llevado los cuidados a una nueva fase.
Con la digitalización de las instalaciones, las compañías de este movimiento pueden basarse en datos, y usar a los especialistas en su manejo para anticiparse a los problemas. esto abre la puerta a la conservación inteligente de las máquinas, conocida como Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador (GMAO). Parece el futuro, pero es algo muy cercano. ¡Descubre todo lo que implica!
La Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador es una base de datos con la que controlar el desarrollo de las reparaciones
Gracias a esta tecnología se pueden evitar errores. La digitalización es un apoyo para todos los tipos de mantenimiento industrial, pero camina de forma decidida hacia el predictivo. ¡Conoce en qué consisten!
Mantenimiento correctivo, cuando llega el desastre
EL tipo de mantenimiento más recocido y empleado a lo largo de la historia industrial es el correctivo. En este caso, se trata de dar respuesta a las averías.
En el momento en el que se produce un fallo, el equipo técnico acude para solucionarlo en el menor tiempo posible. Incluso con un buen plan de conservación, en ocasiones estos accidentes son inevitables, pero prescindir de los demás tipos de mantenimiento industrial y limitarse a este ocasionará numerosas pérdidas para las empresas.
Una variante de esta clase de intervenciones es el mantenimiento correctivo planificado. Consiste en actuar después de haber localizado un error o un posible riesgo, por ejemplo, mediante las revisiones periódicas.
Mantenimiento preventivo, el rey de la cautela
Prevenir no es adivinar, pero sí anticiparse. Dentro de los tipos de mantenimiento industrial, se refiere a las actuaciones periódicas que se realizan en la maquinaria para garantizar su seguridad y detectar posibles fallos.
Cabe aclarar que no se sabe si estos errores existen realmente y, de hecho, no responde a un funcionamiento anormal de los sistemas. Son inspecciones planeadas, dirigidas a evitar males mayores en el futuro. Un buen ejemplo de ello, es la sustitución de piezas al acercarse al final de su vida útil aunque no cuenten con indicios de fallo.
Mantenimiento predictivo, la bola de cristal
El culmen de los procesos de conservación de la maquinaria es el mantenimiento predictivo. Y la Industria 4.0 es clave para llevarlo a cabo. ¿Por qué? Porque se basa en cifras. Las fábricas que lo emplean recopilan datos de funcionamiento del equipo en tiempo real y de forma constante, para anticiparse a cualquier anomalía que pueda producirse.
Las empresas determinan en primer lugar los parámetros normales en los que se mueven las máquinas. A partir de ahí, se realiza una vigilancia de su funcionamiento, para verificar que se mantiene en esa horquilla.
Alguno de los aspectos que se miden son la temperatura o la cantidad de energía que los equipos consumen. De este modo, las reparaciones se realizan justo antes de que se vaya a producir el fallo. Las compañías ahorran tiempo y dinero, ya que se evitan paradas y desmontajes, y no hay sorpresas.
Métodos del mantenimiento predictivo
Entre todos los tipos de mantenimiento industrial, sin duda el predictivo es el que precisa a un equipo más especializado. Los trabajadores deben tener nociones de informática, programación y estadística para manejar los datos numéricos y llevar a cabo de forma eficaz sus tareas de supervisión.
A la hora de realizarlas, pueden emplearse distintos tipos de técnicas. Estas son algunas de las más habituales en la Industria 4.0:
- Infrarrojos: Esta tecnología se utiliza para localizar áreas en las que se concentre un gran volumen de calor. También suele medirse la temperatura para detectar fallos de funcionamiento.
- Medición de las vibraciones: Unos resultados anormales en este parámetro pueden significar daños en los engranajes, las poleas o las bombas.
- Rayos X: Al igual que en los seres humanos, las radiografías permiten echar un vistazo dentro de la maquinaria para averiguar si su sistema presenta algún fallo o desgaste.
- Magnetización: Una pequeña grieta puede agrandarse y convertirse en un problema mucho mayor, como una fuga o una rotura. Magnetizando el área se pueden localizar para repararlas antes de que se produzca la avería.
Mantenimiento proactivo, en busca de la estrategia perfecta
Este tipo de mantenimiento va un paso más allá del mantenimiento preventivo. Su objetivo principal es enfocarse en la mejora y optimización de los procesos de mantenimiento. Para ello busca la causa raíz de los posibles problemas y crea y mejora protocolos de actuación con el objetivo de prevenir averías.
Para llevarlo a cabo se siguen una serie de pasos que empiezan por evaluaciones exhaustivas de la maquinaria y los procesos de mantenimiento predictivo que siguen. Partiendo de esta base se fijan las labores preventivas que se acompañan de los sistemas de detección más adecuados para cada tipo de activo.
Mantenimiento basado en la condición, especializado para cada activo
Conocido como CMB, este tipo de mantenimiento se centra en la estrategia que se sigue para realizar las tareas de prevención de falla. El responsable establece una serie de condiciones que, cuando no se cumplen activan un protocolo de mantenimiento.
El mantenimiento basado en condición fija una serie de parámetros en base al activo para establecer un control óptimo de todas sus características. Esta metodología permite reducir el tiempo de inactividad y los costes para la empresa.
Mantenimiento autónomo, la implicación del operario
La principal característica se centra en implicar a los operarios en el proceso de mantenimiento. El objetivo principal se centra en incorporar a sus tareas diarias pequeñas labores de mantenimiento que ayudan a lograr un funcionamiento óptimo del activo.
Tareas de limpieza, lubricación e inspecciones visuales son algunas de las actividades más frecuentes que se incorporan al proceso.
Mantenimiento RCM (Reliability Centered Maintenance)
Conocido como mantenimiento centrado en confiabilidad, esta metodología se centra en identificar fallos potenciales de los equipos más críticos. Desde esta base, se busca crecer y desarrollar los diferentes mecanismos de control, prevención y apoyo para reducir fallos que colapsen la fabrica e impiden su funcionamiento.
Por ejemplo, si una instalación depende del flujo de agua para su refrigeración, este tipo de mantenimiento se encarga de ofrecer un plan especializado y sistemas de back up que impidan un fallo crítico que deje sin flujo la instalación.
Mantenimiento TPM (Total Productive Maintenance)
Originario de Japón, este tipo de mantenimiento se centra en la fuerza del equipo. Todos los miembros de la organización trabajan en asegurar el correcto funcionamiento de la maquinaria para reducir al máximo las incidencias y paradas en la productividad.
Para ello, la formación de los empleados es fundamental y exige una comunicación interdepartamental eficiente y eficaz. El objetivo es obtener un proceso productivo casi perfecto.
Escuela de futuro: ¡Actualiza tu perfil!
Desde la llegada del 4.0, los tipos de mantenimiento industrial se encuentran en plena evolución. Los datos jugarán un papel cada vez más determinante en la salud de las instalaciones, y los profesionales que trabajen en ellas deberán estar a la altura de los nuevos encargos que reciban.
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